martes, 16 de abril de 2013

Sin preocupación

      Desde pequeños, a la mayoría de nosotros nos han enseñado a no preocuparnos por nada ya que en la mayoría de los casos podemos encontrar una solución, no hay que perder la calma simplemente relajarse, pensar y esperar.

       En uno de mis casos, cuando era pequeña, más o menos tenía unos cuatro años, estaba en un centro comercial con mis padres y mi hermana mayor. En un momento dado mis padres dejaron a mi hermana a cargo mía, y puede que no fuera muy buena idea ppero así de mientras ellos se podían ocupar de otras cosas.

Mi hermana era jovencita y quizás se pensaba que cuidar de una niña tan pequeña era más fácil de lo que creía, y bueno aparte de eso también es un poco despistada, al igual que yo que  sin darme cuenta me despisté y iba yo solita comiendome el mundo por otros pasillos sin darme cuenta de que estaba completamente sola. Mi hermana en ningún momento se dió cuenta hasta que vió a mis padres y ellos le preguntaron que donde estaba, que había pasado conmigo y como había podido ser tan despitada como para perder a su hermana pequeña. Mi madre enseguida se puso histérica, y yo al princicpio no paraba de llorar, pero mi padre calmó a mi madre y le dijo que no se preocupara de nada, que me encontrarían y que no había nada por que preocuparse. Mi madre no lo veía tan fácil al principio, aunque con tan solo escucharme, rápidamente supieron donde me había metido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario